Eres el número de visita

martes, 8 de julio de 2014

Marco Tardelli y Sandro Pertini. Mundial 82.

Del Mundial 82 (el primero del que tengo conciencia), recuerdo dos partidos, por encima del resto; el Italia Brasil de Sarriá, con Paolo Rossi marcando tras cada gol de la Brasil de Zico, Sócrates y Eder entre otros... y el Francia Alemania del Sánchez Pizjuán... el 3-3 con Alemania remontando un 3-1 en la prórroga para ganar por penaltis y jugar una final.

Son dos partidos, que quizás para un niño que empieza a ver fútbol, cuando en Televisión veías el Mundial entero, marcaron mi manera de entender este deporte. Ambos partidos, Sarriá y Pizjuán, merecen por sí solos un andamio completo...

Sin embargo, el partido de ese mundial que he vivido en recuerdos de otro, y el que enlaza las semis del Mundial que se empiezan a jugar hoy, con el andamio pre-veraniego, es la final del Bernabéu; mi padre, quizás sólo futbolero por nosotros, por llevarnos a Las Margaritas, al campo del Hospitalet, al Calderón o al Bernabéu para ver fútbol, estuvo presente aquél día en el campo.

La Copa del Mundo, atravesó la Castellana por una pasarela, desde el Palacio de Congresos que había al otro lado hasta el Palco del Bernabéu... y ahí estaba mi padre, junto a esa Copa, junto al resto de "encargados de custodiar" el mayor trofeo que el fútbol reparte... al alcance de su mano, un rato antes de que Dino Zoff la levantara para toda Italia, desde Madrid...

De ese partido, que vimos, yo en la Tele, y mi padre en el campo, ambos guardamos una imagen distinta... la mía es la "famosa", la celebración de Marco Tardelli, corriendo cual poseso, tras hacer el segundo para la "azzurra"

 



 

La de mi padre es la de Sandro Pertini... él no sabía si había marcado Tardelli, si Rossi y Altobelli completaban el marcador, o si había recortado Paul Breitner sobre la hora; mi padre llegó a casa con la imagen grabada del dirigente italiano saltando en el Palco.

Siempre cuento que mi padre estuvo en la final del Mundial 82 junto a la Copa, él siempre cuenta que vio a un señor mayor volverse loco con los goles de su selección. Ambos vimos partidos distintos, seguro; ninguno aún lo hemos olvidado.


martes, 3 de junio de 2014

Otro fútbol, Tacloban-Filipinas.

Cuando conocí a Víctor Bueno en el Fondo del Coliseum, el amigo común que nos presentó, me dijo, "buena gente, buen tipo, quedad entre vosotros y os véis en Londres, tan futbolero como tú",la referencia ya era buena, una semana después, estábamos los dos y otro amigo suyo, Carlos, recorriendo Londres juntos, ruta futbolera, Wembley, Craven Cottage, Stamford Bridge... Dos mails, dos llamadas para quedar en Victoria Station, el Getafe en común y parecíamos amigos de toda la vida.
 

Me acuerdo más del día que pasamos los 3 hablando de fútbol, visitando metro arriba, metro abajo, cada uno de los campos que nos habíamos marcado, que del 5-0 en Champions del Chelsea al Genk, con doblete de Torres que era el punto final a esa visita común.

La historia de Víctor va más allá de ese viaje a Londres, la historia de Víctor es la de un chaval que intenta ser profesional en el fútbol, y que ve la opción de pasar desde 1ª regional, desde El Escorial a Filipinas.
 
El salto enorme en todos los sentidos, tuvo una parte no tan buena, ínfima comparada con su enorme experiencia, que fue la de volverse sin acabar de arreglar todo para firmar por el equipo de la primera división filipina en el que estuvo entrenando a prueba, entrenando con 3 internacionales absolutos, pero la parte buena, superó todas las expectativas.



Su llegada a Filipinas, se produjo en noviembre del 2013, poco después de que el tifón Haiyan devastara el país. Idioma, condiciones, situación del país, ... nada importaba, "la maleta que llevaba estaba repleta de ilusión" me cuenta Víctor; y menos cuando un mes más tarde, les propusieron ir a Tacloban zona cero de dicho Tifón, a repartir ayuda humanitaria junto a ONG´s y militares, los únicos a los que se les permitía en Diciembre del 2013 llegar hasta allí, su labor, compartir la ilusión que trae el fútbol a alguien que lo acaba de perder todo.

Su vida, empezó a cambiar en el momento en que desde Manila, consiguieron aterrizar en el "aeropuerto" de Tacloban, entre palmeras vencidas por el viento y edificios destruídos, se alzaban dos paredes, un techo de uralita, y poco más...

"Al salir de la“terminal” viví el momento más duro de mi vida, se acercaron unos niños con las ropas rotas, toda la cara sucia, sin zapatos y con la palma de la mano hacia arriba haciendo una señal de pedir algo. Se acercaron y nos dijeron algo, no sé el qué, pero su tono de voz era desgarrador, balbuceaban a duras penas unas palabras que emitían tristeza. Nuestros amigos filipinos les dieron las barritas que nos dieron en el avión, todos les dimos lo poco que llevábamos encima. Nos montamos en la furgoneta sin hablar. Yo tenía un nudo en la garganta, nunca he sentido nada igual" me cuenta el propio Víctor.


En un pabellón, con 300 niños esperando, y tras repartir mochilas con ayuda humanitaria, empezó su "función" empezó la "función" del fútbol, sin idiomas, sin barreras, niños y niñas, decalzos, con la ropa que se les había entregado, empezaron a hacer olvidar a los que allí estaban la situación en la que estaban, "la ilusión, la alegría, las ganas de aprender, de jugar al fútbol, de sentirse atendidos"

Un clínic que llegaba a su fin, un clínic como el que dan las figuras, los Cristiano, Messi, Iniesta o Ramos; pero ninguna figura podrá nunca sentirse más figura que como ellos se sintieron allí, entre los niños, firmando autógrafos, balones...



 


"Finalmente se torció mi fichaje por el equipo. Pero hoy puedo jurar que volvería para vivir lo mismo. No me importa no haber jugado al fútbol profesionalmente. Esta experiencia es más grande que eso. Mi vida ya no ha vuelto a ser igual y estoy feliz por ello. Ahora veo todo diferente, volvería a repetirlo una y otra vez. Es el regalo más grande que jamás he recibido y podré recibir"  las palabras del propio Víctor, que resumen todo, sin duda.



A veces el éxito, va más allá de ser profesional en esto del fútbol, el éxito es el de toda esa gente, como Víctor, que es capaz de dejar todo para ir a ayudar a quien más lo necesita.
Víctor, amigo, eres de Primera División, ni lo dudes.


 
 
 

lunes, 14 de abril de 2014

Una misa en Anfield para los 96 de Hillsborough

El 15 de abril se cumplen 25 años de una de las mayores tragedias futbolísticas de la historia. 96 aficionados del Liverpool murieron en Sheffield, en el estadio de Hillsborough durante la disputa de un partido de semifinales de Copa entre el Liverpool y el Nottingham Forest. La falta de medidas de seguridad, la falta de control sobre el aforo, y la tardanza en actuar, llevaron a muchos de ellos a morir asfixiados y contra la vallas, o sin atención médica sobre el césped.
 
Tantos años después se ha conseguido que la justicia inglesa reabra la investigación, que aquellos 96 fallecidos dejen de ser "tachados" como hooligans y se "desmantele" el informe inicial de la administración Thatcher en el 91 que dictaminaba como muerte accidental y sin responsabilidad alguna a los culpables de aquél desastre. Pruebas nuevas, pruebas ocultas para que nadie pudiera depurar aquellas responsabilidades siguen saliendo a la luz.
 
En cada partido en Anfield, cientos de flores y bufandas llenan el monumento a los 96 de Hillsborough que existe en Anfield
                               
 
Hace dos años, coincidiendo con la fecha de la tragedia, y aprovechando la distancia entre Liverpool y Nottingham, nos acercamos a la ciudad de Merseyside para vivir en un mismo fin de semana un partido en el City Ground de la ciudad del Forest (el "invitado" a aquella tragedia) y poder asistir a la Misa Homenaje a los 96 de Hillsborough en Anfield.
 
La grada del City Ground en Nottingham que tanta gloria vio en la época de Brian Clough
                                           
El previo de aquél partido de Nottingham estaba marcado por lo que sucedió en su semifinal de Copa 23 años antes, con esos 96 en el recuerdo; y con su rival de entonces, el Liverpool, jugando en Wembley otra semifinal, como la del 89, contra el Everton, y con Andy Carroll llevando al equipo Red a la final de FA Cup. La historía unía a ambos equipos de Liverpool ante aquella tragedia sin resolver de muchos años atrás, justo un sábado, y justo una semifinal,  como en el 89. Un camino en el que los dos equipos, rivales, van de la mano; la tragedia lo fue en toda la ciudad, no sólo entre los aficionados del Liverpool.
 
Gerrard y Neville con Howard Webb de espectador, momentos previos al Liverpool Everton
                         
 
Un día después, muchos de esos seguidores, tanto del Liverpool como del Everton compartían en Anfield, junto a la gente que bajo invitación accedió a un silencioso (como nunca he podido sentir) The Kop para homenajear a aquellos 96 entre los que estaba un primo de 9 años del capitán red Steven Gerrard, su inspiración, como muchas veces ha declarado.
 
Conseguir una invitación para el Homenaje que se da en Anfield cada año a los 96 de Hillsborough quizás merezca un post aparte, ésta es la del 2012 con la que conseguimos vivir el 23rd Memorial.
                        
 
 
El homenaje, entre el mayor respeto que he visto nunca en un campo de fútbol, entre sollozos de familiares de una misa que contaba con los jugadores del Liverpool de la primera plantilla a pie de campo, finalizó con el "famoso" You´ll never walk alone rompiendo el silencio de las apenas 5 mil personas que honrábamos lo que 23 años antes seguía sin esclarecerse desde el propio gobierno británico. Ese "Nunca caminaréis solos" que pedía Justicia para los 96 y que sin duda, demuestra que la gente lucha y ha luchado durante todo este tiempo para que esa reapertura del caso permita "descansar en paz" a gente que sólo quería ver fútbol, vivir fútbol...
 
                        
Con The Kop lleno y los jugadores en la grada. Emocionante el video que grabamos con el que se puso punto y final al Homenaje.



martes, 11 de marzo de 2014

El "rey" de Nápoles

Cuando tienes 12 años, los jugadores que te gustan no son los medio centros destructores, ni los centrales imponentes... tú eres de los jugadores de "potreros", de los que marcan goles, pero si es regateándose a cinco contrarios y al portero... mejor; y si el que lo hace es Maradona y en un Mundial... pinta a que no se te va a olvidar nunca.

 

Mi descubrimiento de Maradona fue cuatro años antes, cuando jugó el Mundial del 82, previo a incorporarse al Barcelona, siempre recuerdo su salida de ese mundial, tras una plancha bestial a Batista, en el Argentina Brasil del triangular previo de semis (Italia era el otro rival) y abandonar Sarriá, con su selección eliminada, y él con una tarjeta roja. Ambos descontentos, Diego por su mundial y yo por no haber visto a ese jugador que deslumbraba en Boca.
Pero a partir de ahí, vino "lo bueno" y entre ambos mundiales... Nápoles...



Hacer al Nápoles campeón de Liga, y de Uefa es un mérito a la altura de ganar un mundial, o incluso (gesta mayor que el título del 86) llevar a Argentina a la final del 90, la Argentina del 90 no era equipo para jugar ni cuartos. Maradona hizo de Nápoles y de Argentina referencia futbolística, ambos de la mano; incluso después de aquél famoso himno pitado en el mundial italiano, y su imagen delante de las cámaras, llamando "hijos de puta" a los que tanto le querían y no respetaban el himno de su país.
En Italia, en la futbolística y en la política, la dualidad Norte Sur está marcadísima... el triunfo de Nápoles, como equipo y como ciudad, era el triunfo de muchas cosas.



Llegar a Nápoles y buscar Vía Nilo, los altares en los que figuran aún las fotos de Diego vestido con la azul del Nápoles... San Paolo, Il Duomo y la sangre licuada de San Gennaro, y el Santo con el 10; iba por delante de Pompeya en las cosas pendientes en plena costa Amalfitana.

 
 
No fue muy complicado buscar referencias en una ciudad como Nápoles al que fue su "rey", como antes lo fueron los Borbones, pero a éstos últimos las referencias quedan en las placas y en los monumentos; en cada esquina de San Biagio de Librai, Vía Tribunali o en los belenes de San Gregorio Armeno, la imagen, mitad pasión, mitad negocio, está presente en el Nápoles de verdad, el que cierran esas calles estrechas, con ropa tendida y bolsas de la compra bajando con una cuerda a las tiendas que hay cada dos pasos.




Leía hace poco un artículo de Roberto Martínez, periodista, sobre el Diego... "Maradona ya fue", y sobre la "sacralización" de Maradona... aboga por archivar la estampita de Maradona en un cajón. Creo que Martínez nunca ha estado en Nápoles, entre las calles de Spaccanapoli el que fue el 10 del Nápoles sigue vivo, presente.

lunes, 27 de enero de 2014

El 7 del Getafe y el 8 del Huesca (para Mario y Tere)

25 de Enero de 2013, imposible olvidar. Igual que han sido imposibles estos 11 putos veinticincos de cada uno de los meses que han ido pasando.
 
Un año ya, sólo un año. Eso es lo que cumplía Marco el pasado sábado.
 
El blog que nació (y sigue) como excusa para contar cosas (futboleras, deportivas... ) anécdotas y vivencias personales, no merece irse hacia otro sitio, derivar hacia algo que aún hace daño.
 
La historia de ese 25 de Enero merece escribirse una semana después, un 3 de Febrero... con un protagonista... el 8 del Huesca y su debut en El Alcoraz contra el Murcia. El debut soñado.
 
Sólo hacía unos días que se había incorporado al equipo oscense, cedido desde Liverpool, y con una cuenta pendiente con el fútbol de aquí, tras su paso por el Rayo; pero desde el 25 de Enero había otra cuenta pendiente con un amigo, con Mario. Cuarenta y cinco segundos después de saltar al campo, y hacer su debut, Pacheco cumplía lo que le había dicho a Mario un día antes. "El primero Mario, va por Marco"

 

La historia de esa fecha se cuenta así... con el gol que en video ilustra esta entrada de blog... sin nada más. Con ese gol y una dedicatoria. Una dedicatoria que a todos nos llegó al alma... más allá del corazón, que llevaba una semana roto después de perder a Marco.



Hay momentos en los que nada calma y nada cura, pero cuando el tiempo pasa, cuando veo los brazos arriba, dedicando ese primer gol a Marco, sé que el pequeñito, el que iba a usar el 7 del Getafe ayudó ese día al primer gol de Dani en Huesca, pero él nos ayudó con ese "Va por ti, Marco" a sanar la parte incurable que tiene esto. La parte incurable que un año después lleva a tus amigos a "vestir" su imagen pública (su imagen de wasap) con la camiseta del 7 del Geta que Marco no pudo usar, y a pelear todo un finde por dedicarle otro. No hay corazón para más Gracias que las que merecen, que las que merecéis.
 
El gesto de unos Amigos que quedará para siempre con nosotros. Como Marco.
Tere, Mario... os queremos.
Ninguno de los tres caminaréis nunca solos.


martes, 14 de enero de 2014

Un número uno en el Coliseum, un número uno de Getafe.

En las gradas del Coli, con el frío, y el calor... desde su sitio, el que él lleva "a cuestas", pocas son las semanas que no veo a Óscar al final de la curva en su silla, moverse inquieto, levantarse porque no le dejan ver, quejarse de la ocasión fallada; Sheila y Paco, cerca, siempre ... a su lado.





Dicen los que le conocen más que yo, que Óscar no es buena gente, es mejor todavía, y no hace falta pasar mucho rato con él, para darte cuenta de qué tipo de "tío" es.

Es un tipo especial... pero no por el sitio en el que ve el fútbol, es un tipo especial por la que es su pasión, la que ha sido siempre su vía de escape, el deporte... practicarlo a cada rato.

Ser el número 1 de España ha llegado este año tras 7 consecutivos de Hurtado y Gómez, una pareja onubense en lo alto;  Óscar Agea ha ganado junto a su compañero Rubén Castilla cuatro de los torneos más importantes del ránking nacional de Pádel en silla de ruedas, esfuerzo y trabajo; tener un getafense en lo alto de ese ránking es para sentirse (sentirnos) orgullosos.
La primera victoria, que además fue en Getafe, "nos hizo creer que sí podíamos; hemos acabado ganando en Barcelona, y el premio es ese número 1" comenta Óscar sobre el Top de su ránking.


Comentando con él, sobre el deporte en general, sobre pádel, sobre lo que supone entrenar cada día para estar arriba, hace que nos planteemos quiénes son de verdad los números 1. Su 2014, ilusiones y objetivos quedan claro en lo que él mismo cuenta:

"Mi motivación y lo que me hace ir a entrenar, es estar física y mentalmente lo mejor posible, ya que eso repercute directamente en mi salud y recomendaría a todo el mundo que hiciera deporte y si tienes una discapacidad más aún , hace que tu día a día sea más llevadero. El 2014 intentaré que el pádel llegue a más gente con discapacidad... ese será mi objetivo , creo que  puede ayudar a muchísima gente a relacionarse y sentirse mejor"

Números 1, cuando vamos al fútbol, cuando vamos a Getafe, no están sólo en el césped, detrás de la curva, en el pasillo del Fondo Sur del Coli, hay otro número uno. Grande Óscar.