25 de Enero de 2013, imposible olvidar. Igual que han sido imposibles estos 11 putos veinticincos de cada uno de los meses que han ido pasando.
Un año ya, sólo un año. Eso es lo que cumplía Marco el pasado sábado.
El blog que nació (y sigue) como excusa para contar cosas (futboleras, deportivas... ) anécdotas y vivencias personales, no merece irse hacia otro sitio, derivar hacia algo que aún hace daño.
La historia de ese 25 de Enero merece escribirse una semana después, un 3 de Febrero... con un protagonista... el 8 del Huesca y su debut en El Alcoraz contra el Murcia. El debut soñado.
Sólo hacía unos días que se había incorporado al equipo oscense, cedido desde Liverpool, y con una cuenta pendiente con el fútbol de aquí, tras su paso por el Rayo; pero desde el 25 de Enero había otra cuenta pendiente con un amigo, con Mario. Cuarenta y cinco segundos después de saltar al campo, y hacer su debut, Pacheco cumplía lo que le había dicho a Mario un día antes. "El primero Mario, va por Marco"
La historia de esa fecha se cuenta así... con el gol que en video ilustra esta entrada de blog... sin nada más. Con ese gol y una dedicatoria. Una dedicatoria que a todos nos llegó al alma... más allá del corazón, que llevaba una semana roto después de perder a Marco.
Hay momentos en los que nada calma y nada cura, pero cuando el tiempo pasa, cuando veo los brazos arriba, dedicando ese primer gol a Marco, sé que el pequeñito, el que iba a usar el 7 del Getafe ayudó ese día al primer gol de Dani en Huesca, pero él nos ayudó con ese "Va por ti, Marco" a sanar la parte incurable que tiene esto. La parte incurable que un año después lleva a tus amigos a "vestir" su imagen pública (su imagen de wasap) con la camiseta del 7 del Geta que Marco no pudo usar, y a pelear todo un finde por dedicarle otro. No hay corazón para más Gracias que las que merecen, que las que merecéis.
El gesto de unos Amigos que quedará para siempre con nosotros. Como Marco.
Tere, Mario... os queremos.
Ninguno de los tres caminaréis nunca solos.
Ninguno de los tres caminaréis nunca solos.